ARTICULO DEL MES DE DICIEMBRE DE 2021

“Terapia extendida con letrozol como tratamiento adyuvante en pacientes postmenopáusicas con cáncer de mama en etapa temprana: ensayo multicéntrico, abierto, randomizado, fase 3”

Lucia Del Mastro. The Lancet, septiembre 2021


La terapia endocrina es una parte fundamental del tratamiento sistémico en pacientes con cáncer de mama con receptores hormonales positivos. Está demostrado que el uso de Tamoxifeno o inhibidores de aromatasa (IA) disminuyen el riesgo de recurrencia tardía, siendo superior el uso de tamoxifeno seguido de IA o el uso de IA como primera línea de tratamiento hormonal. Pero ¿Por cuánto tiempo se debieran utilizar los IA?

El objetivo de este estudio es comparar el uso extendido de Letrozol por 5 años (grupo extendido) versus Letrozol por 2-3 años (grupo control) en pacientes que recibieron previamente Tamoxifeno por 2-3 años.

Participaron 69 hospitales italianos donde se reclutaron mujeres postmenopáusicas con cáncer de mama etapa I-III y con receptores hormonales positivos, sin signos de recurrencia y en ECOG 0-2. Las pacientes podían haber recibido quimioterapia y/o radioterapia previamente y se permitió el uso de bifosfonatos concomitantes. La randomización se realizó sin enmascaramiento y no se permitió disminuir las dosis de tratamiento.

El objetivo primario fue evaluar sobrevida libre de enfermedad invasora (SLE) y los objetivos secundarios fueron sobrevida global (SG) y seguridad del tratamiento.

Se reclutaron 1030 pacientes en el grupo control y 1026 en el grupo extendido entre los años 2005 y 2010 con una mediana de edad de 61 años. Un 19,5% y un 37,1% de los pacientes interrumpió el tratamiento con Letrozol en el grupo control y en el grupo extendido respectivamente. De los pacientes que suspendieron el tratamiento en el grupo extendido, un 23% lo descontinuó en los primeros 2-3 años y un 14% en los años posteriores, debido principalmente a los efectos adversos. Dentro de los efectos adversos que generaron abandono del tratamiento, los mas frecuentes fueron: artralgia (4.3% grupo control, 7,7% grupo extendido) y mialgias en menos de 1% en ambos grupos. La mediana de duración del uso de letrozol fue de 2,4 años en el grupo control y 5 años en el grupo extendido.

Con una mediana de seguimiento de 11,7 años, la SLE a 12 años fue de un 62% en el grupo control y de 67% en el grupo extendido, siendo esta diferencia estadísticamente significativa (p=0,0064). También se observó esta diferencia al evaluar SG a 12 años con un 84% y 88% de SG en el grupo control y en grupo extendido respectivamente (p=0,036). No hubo diferencias significativas en SLE y SG global a 5 y 10 años en los análisis de subgrupos.

Con respecto a las toxicidades, los efectos adversos grado 3-4 más comunes fueron artralgia (2,2% grupo control, 3% grupo extendido) y mialgias (0,7% y 0,9% respectivamente). Se observó osteoporosis en un 4,7% de los pacientes del grupo control y en un 8,3% del grupo extendido. No se observaron diferencias en la incidencia de fracturas (0,5% y 0,9%), hipercolesterolemia (3,1% y 2%) y eventos cardiovasculares (0,1% y 0,6%). Se reportaron efectos adversos severos en un 0,3% de los pacientes del grupo control y en un 0,8% del grupo extendido, y no se registraron muertes secundarias a estos efectos.

Se concluye que, con una mediana de seguimiento de 11,7 años, las mujeres postmenopáusicas con cáncer de mama con receptores hormonales positivos tienen un beneficio tanto en SLE y SG utilizando Letrozol durante 5 años después de haber recibido Tamoxifeno por 2 a 3 años. Este estudio del GIM4 es el primer estudio con un beneficio en SG al prolongar el tratamiento con IA en mujeres postmenopáusicas. Este beneficio se comienza a observar en las curvas de SG a partir de los 9,5 años de seguimiento, demostrando que el efecto del Letrozol tarda varios años en percibirse.

Dentro de las limitaciones del estudio destaca que es un estudio sin doble ciego, pero esto pareciera ser de escasa relevancia en estudios de terapia adyuvante ya que la evaluación de SG no es susceptible a este sesgo y la SLE es una variable objetiva.

Dra. Carolina Gabler

Residente Radioterapia Oncológica

Clínica IRAM – Universidad Diego Portales